Mi nombre es julio, tengo 27 años, esto que les cuento me paso cuando tenía 23 años, recién terminaba mi carrera de profesor de educación primaria, cuando me ofrecen un trabajo en un pueblo de Iquitos en Perú, donde estas las mujeres más ardientes del mundo, y después me entere que las jovencitas no se quedaban atrás.
Aliste mis maletas y me fui a lo que sería la gran aventura de mi vida, llegando conocí a Sofía, una hermosa jovencita de color canela, ella era hija de la señora que me alquilaba el cuarto y me daba pensión también, ella era una jovencita bastante alegre y muy cariñosa, y su mama era una mujer bastante liberal, tanto que después me acosté con ella.
Su mama aprovechaba mi profesión para que le enseñara a Sofi los temas que no entendía, y muchas veces me dejaba a solas con ella, y que más no quería yo, siempre me han atraído las jovencitas.
es así que un día estábamos solos en casa, su mama había salido a hacer las compras, y Sofi me pide que le ayude con matemáticas, y yo encantado de la vida la llevo a mi habitación, le digo que se acueste boca abajo para enseñarle el tema, que espectáculo que me dio la jovencita, llevaba solo un faldita, y un polo cortito, que delicia de jovencita por dios, yo me acerque a ella y me acosté a un costado de la cama y empecé a enseñarle sobre el tema, sin desperdiciar oportunidad para rozar mis manos o mis piernas con su rica colita, no se si no le daba importancia a estos roces o si le gustaba, pero yo estaba muy excitado como para detenerme, así que motivado por mi excitación, decidí ir mas allá, así que disimuladamente me puse de costado pegado a ella y subí casi toda mi pierna derecha a su colita, ella no decía nada, pero se notaba que estaba un poco roja, y de pronto me pregunto algo que me dejo perplejo
me pregunto si ella me gustaba, y le respondí que sí, que era la jovencita más hermosa que había visto en mi vida, y no les miento eso era muy cierto, entonces ella me dijo que sus amigas del colegio le habían dicho que las personas que se gustaban tenían que besarse y hacerse cariños.
Por dios, no creía lo que escuchaba, estaba tan turbado y excitado al mismo tiempo que todo me temblaba y no podía ni pensar, en eso ella me dice que yo también le gustaba, y si quería la podía besar.
no espere ni que termine de hablar, inmediatamente la puse boca arriba me puse encima de ella y empecé a besarla, al parecer era su primera vez que la besaban así, pero aprendió muy rápido mi jovencita, me volvía loco como gemía, y como se movía, sí que era calenturienta esta jovencita, aproveche esto y empecé a subir su faldita y a tocar su coñito por encima de su calzón, que rico tenía el pene tan duro y estaba tan excitado que de solo estar allí encima de esa jovencita me podía correr, pero tenía que aguantar, mi jovencita merecía y más.
le levante su polito y empecé a besarle tus tetitas, que ricas, ella sin que se lo pidiera agarro mi pene y lo frotaba por encima de mi short, pero yo no quería eso, así que lo saque para que lo viera en su esplendor, y mi Sofi empezó a acariciarlo a tocarlo, y yo aproveche para bajarle su calzoncito, que delicia, tenía pocos pelitos, y empecé a tocarle su rajita y cuando me decidía a lamerle su coñito, suena la puerta de la casa, era la mama que llegaba a arruinar el espectáculo, raudamente nos pusimos la ropa y ella corrió al baño
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Continuara