Cuando me encontraba en la secundaria no era el más chamuyero, y mucho menos el más lindo, pero eso no impidió que estuviera que la piba más linda del curso. Se llamaba Lorena, pelo largo y lacio, una cinturita perfecta, la cola bien en pompa para apoyarte hasta el cansancio y sus pechos que al verlos te preguntabas como hacía el sostén y la remera para no romperse.
La cosa es que yo me llevaba bien con ella, charlábamos de vez en cuando, me pedía apuntes o hacíamos algún que otro TP juntos, pero nunca pasaba a mayores especialmente porque ella andaba de novia y no quería meterme en problemas.
Un día empezó a venir al cole muy cabizbajo, ya no reía como antes o solo miraba cuando miraba al pizarrón. A los pocos días me enteré que encontró a su novio con otra y en un parque, pero no comiéndosela, sino garchandola. Como pude me acerque para a hablar con ella en el pasillo, para no incomodarla en el aula, esto cuando ella fue al baño en plena clase jeje, y le pregunte como estaba y me dijo que bien tratando de superarlo. Entre charla va y charla viene empezamos a escuchar ruidos leves provenientes del baño, como un pequeño gritito.
Nos acercamos para ver si estaban golpeando a alguien por los sonidos que había, cuando nos dimos cuenta que en realidad eso era el sonido de 2 personas cogiendo, y que manera… aunque el sonido era leve, se notaba que la piba se estaba mordiendo la mano, o la mano de él que cada tanto se le escapaba también un gemido. La agarre de la mano a Lore y haciéndole seña de que no haga ruido la lleve dentro del box de al lado para así escuchar mejor. Primero me subí yo al inodoro y realmente me impacté al ver como una rubia estaba con los ojos cerrados chupándole el dedo al pibe, mientras él le daba duro. No pude evitar excitarme con la escena hasta que sentí la mano de Lore tirando de mi remera para que bajara, al hacerlo subió ella quedando su cola a la altura de mi cara, no era muy grande los baños de ese piso por suerte, jeje.
En un momento parece que se movieron y ella para ocultarse se tiro para atrás pegando su cola a mi cara, el olor que desprendía y la calidez de la misma me mató y mientras escuchaba que se acomodaban la ropa nuestros vecinos, yo no pude evitar empujar mi rostro bien en su cola y su entrepierna. Lo que pasó no lo previne, un gemido se le escapó, y nuestros vecinos dejaron de moverse… el silencio era atroz… no sé si pasaron 1 o 2 minutos hasta que escuche un cuchicheo que luego dieron a un besuqueo intenso.
Lore no se movió ni un ápice, solo sentía mi nariz incrustada entre sus nalgas. Se bajó despacito y me hizo seña para que yo suba, lo cual medio desilusionado hice. Una vez arriba miré por arriba y me encontré unos ojos azules que me miraba fijo mientras el pibe le comía la boca.
Mientras miraba sentí como me algo me acariciaba la entrepierna que ya era una tienda de campaña, me bajaron el pantalón, y sentí mucho calor y una humedad que me hizo abrir la boca por la falta de aire. La rubia no dejaba de mirarme mientras ella gemía levemente al sentir como, en vez de sus labios, su cuello era lamido y besado por el pibe. Yo sentía la lengua de Lore moviéndose en mi pene, me chupaba como una diosa. Uno o dos gemidos se me escaparon cuando se la metía bien adentro y la sacaba completa para hacer una mini paja con su mano, para luego introducírsela de nuevo en su boquita.
Lore no dejaba de chuparme la pija y la rubia no dejaba de mirarme, imagínense como estaba yo sintiendo placer no solo ahí abajo, sino lo que veía!!!
El pibe dejó de comerle el cuello y sin mirar para arriba le dijo: “Vámonos que ya tardamos mucho acá.” El pibe abrió la puerta y al retirarse, la rubia se subió al inodoro y me empezó a comer la boca. Les juro que no pude aguantar más y explote en la boca de Lore que no me soltaba y aferrándose a mi cola empezó a tragarse todo mientras yo gemía con la lengua de la rubia en mi boca.
La rubia dejó de besarme, se retiró con una sonrisa y se fue dejándome sin aliento y colgado, sintiendo la lengua de Lore terminando de limpiarme los restos de semen.
Al bajar, Lore se arregló un poco la ropa y se retiró toda colorada.
Yo me tuve que quedar sentado ahí durante varios minutos hasta recomponerme y salir sin que nadie se diera cuenta.
Lo malo es que ese día no pude volver a hablar con Lore sobre lo que pasó, pero sabía que voy a tener otra oportunidad, más que nada porque había muchos Trabajos Prácticos por delante